José Luján Pérez (Santa María de Guía, Gran Canaria, 1756-1815)
Maestro escultor y arquitecto, José Luján Pérez (Santa María de Guía, Gran Canaria, 1756-1815) es uno de los artistas canarios más reconocidos. El afamado imaginero mantuvo una intensa producción de obras religiosas durante el último tercio del siglo XVIII y primera quincena del XIX, desde su taller, ubicado en la calle de Santa Bárbara del barrio de Vegueta, en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Alejado de los centros de difusión artística peninsulares, supo adaptarse a los cambios experimentados en el gusto artístico del momento en que vivió, renovando, a través de sus obras, la plástica escultórica en las islas.
Por medio de las piezas que atesora el Cabildo de Gran Canaria, como este Cristo Crucificado de finales del siglo XVIII, podemos apreciar esa pulsión entre postulados tardobarrocos en un mundo ya neoclásico. Tallado en madera policromada y ataviado con un exquisito paño de pureza, además de los signos de la crucifixión, el cuerpo de Cristo es testigo del virtuoso conocimiento anatómico del escultor. Luján Pérez hará de puente entre estas dos tendencias que se reflejan en el rostro del crucificado, donde ya no hay dolor sino da paso a la serenidad.
Buena parte de su extensa iconografía mariana en Gran Canaria está vinculada al tema de la Pasión (Cristo de la Sala Capitular de la catedral de Las Palmas de Gran Canaria, 1793; Crucificado de la basílica de Nuestra Señora del Pino en Teror, 1794 o Cristo de la Vera Cruz de la iglesia de San Agustín, 1813) tanto en Gran Canaria como en Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura y La Gomera, donde sus tallas procesionales se convierten en una de las principales señas de identidad de la devoción popular de la Semana Santa. Su espiritualidad se traduce en una admirable capacidad para imprimir a cada talla el carisma adecuado, ajustándose a la iconografía tradicional, pero sin perder su sello personal.